Una criatura poco familiar fue vista este sábado primero de octubre en las playas de La Barra, en Buenaventura, sobre la costa Pacífica del Valle del Cauca. Quienes deambulaban por la playa tomaron un par de videos para que quedara evidencia del visitante inusual: un enorme elefante marino.
Los elefantes marinos, miroungas o focas elefantes son mamíferos acuáticos que son más comunes en los extremos norte y sur del continente americano, donde las aguas son más frías: La Patagonia, Tierra de Fuego, las Islas Malvinas y Norteamérica. Es poco frecuente ver ejemplares en aguas ecuatoriales; cuando aparecen, frecuentemente están muertos. No obstante, en los últimos años se han visto elefantes marinos en las costas del Pacífico colombiano: uno fue visto en 2019 en el Chocó y otro más en 2020, también en Buenaventura, pero en el corregimiento de Mayorquín. En el avistamiento de hace dos años se trataba de una pequeña familia de cuatro individuos.
El ejemplar que visitó La Barra, calificado como “un animal hermoso” por los transeúntes que lo grabaron, seguramente es una hembra de elefante marino: los machos miden aproximadamente seis metros de largo, pesan hasta cuatro toneladas y tienen una piel más oscura, mientras que las hembras pesan hasta 900 kilogramos y miden hasta tres metros.
“No es un león marino como lo están diciendo en las publicaciones de redes sino un elefante marino que son más raros aún en nuestras costas pues, generalmente, solo llegan hasta Chile. Aunque es un avistamiento extraño, también nos llena de mucha alegría”, dijo el biólogo Edward Sevilla, director de la Regional Pacífico Oeste de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC).
La diferencia entre elefante y el león marino radica en que este último sí es tropical, así que es un visitante asiduo de las playas del Pacífico colombiano, como en la Isla de Gorgona. Probablemente, el hecho de ver elefantes marinos en las costas del Pacífico colombiano se deba algunos cambios climáticos en áreas marinas o a que los ejemplares se extravían de su camino natural.
El elefante marino es carnívoro (por lo general, se alimenta de peces y algunos crustáceos) y está a la cabeza de la cadena alimenticia en su ecosistema, por lo que prácticamente no tiene depredadores. Aunque no se caracteriza por atacar a humanos, tiene una mordida que puede ser peligrosa.
“Recomendamos que si hay un encuentro con uno de estos mamíferos, se realice la grabación o toma de fotos a una distancia prudente y en silencio. Nuestros técnicos seguirán realizando monitoreos para la proteger esta especie y a cualquier otra que haga presencia en la zona”, señaló el funcionario.